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“¿Qué queremos? Reforma Migratoria; ¿Cuándo? Ahora”

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Por Maribel Hastings, asesora ejecutiva de America’s Voice:April10Rally

WASHINGTON, DC  –  En el umbral de la presentación de un proyecto de ley de reforma migratoria en el Senado, miles de manifestantes convergieron el miércoles en la explanada Oeste del Capitolio para pedir lo que por años han aguardado: una reforma migratoria amplia con una vía a la ciudadanía que saque de las sombras a 11 millones de almas.
 
Bajo el lema “Es Tiempo”, la manifestación A10, del 10 de abril, convocada, entre otros, por Casa de Maryland, SEIU, y con el apoyo de la Alianza para la Ciudadanía (A4C) y el Center for Community Change, se produce entre reportes de que el grupo de los ocho, los senadores bipartidistas que negocian un lenguaje legislativo de reforma migratoria, están a punto de anunciar el acuerdo que daría luz verde a un debate legislativo a nivel de comité en la Cámara Alta. 

Llegaron a pie, en auto, en autobuses, de cerca y de lejos, con el mismo mensaje: “¿Qué queremos? Reforma Migratoria; ¿Cuándo? Ahora”; con pancartas, banderas de Estados Unidos, muchos visitando primero las oficinas de los legisladores que tienen en sus manos la suerte de la reforma.

Alma Aguilera, de la Unidad Hondureña Independiente,  vino desde Miami pidiendo residencia para los 11 millones de indocumentados, incluyendo los centroamericanos que por 14 años han estado amparados por un Estatus de Protección Temporal (TPS).

“Los del TPS son catorce años pagando impuestos, con el récord limpio. El gobierno federal sabe quiénes son. Aportan a la economía. Necesitamos la reforma. No un año más. Tiene que ser ahora”, dijo Alma.

Ella, como muchos de los asistentes, siente que esta vez sí hay posibilidades de que la reforma se haga realidad. “Confío mucho porque he visto el cambio en el ala conservadora que de estar diciendo no y no, ahora ha dicho sí. Y mi mensaje es para ellos: que sigan de esa manera porque van a ganar más cariño y apoyo del pueblo y la comunidad latina”, afirmó Alma.
 
Antonio Nava vino desde Huntsville, Alabama, uno de los estados donde la comunidad inmigrante ha sentido en carne propia la falta de una reforma migratoria. Alabama aprobó una de las leyes antiinmigrantes más restrictivas del país, la HB 56, bajo el argumento de que el gobierno federal no había actuado. Aunque muchas de las cláusulas más controversiales han sido frenadas, el efecto de la ley sobre la comunidad inmigrante del estado fue devastador.

“Es importante estar aquí porque tenemos que hacer cambios que beneficien no sólo a unos cuantos. Es importante que quienes tienen la responsabilidad de crear nuevas leyes nos vean y conozcan de primera mano la necesidad de la gente”, dijo.
 
Nava, originario de Morelos, México, cree que esta vez sí habrá reforma. “Y no es sólo un presentimiento; es que es una necesidad”, sostuvo.
 
En la multitud había gente de diversas nacionalidades y Puerto Rico no sólo estaría representado en la tarima con la participación de la cantante Olga Tañón quien se ha tornado en una importante voz en el impulso pro reforma, y con el congresista demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez, líder central en la batalla pro reforma migratoria.
 
Loida, una boricua de Bayamón, Puerto Rico, llegó al Capitolio a pedir la reforma junto a su esposo oriundo de Guatemala.
 
“Boricua, pero solidaria con los hermanos latinoamericanos”, declaró Loida.
 
Los miles de manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Capitolio que hace siete años, el 10 de abril de 2006, fue escenario de otro multitudinario encuentro también en medio de la expectativa que había generado otro proyecto bipartidista de reforma migratoria que se presentó entonces pero que nunca progresó.

Pero esta vez el panorama político es muy diferente  y muy favorable a esa reforma que para avanzar necesita apoyo bipartidista.

Las elecciones de 2012, donde el poder del voto latino se manifestó en su máximo esplendor determinando en gran medida la reelección del presidente Barack Obama,  produjeron un mandato para conseguir la reforma migratoria. Al mismo tiempo, esos comicios evidenciaron cómo el tema migratorio define a los candidatos entre los votantes latinos y determina por quién votan.
 
Tan contundente fue el mensaje del voto latino que provocó un viraje entre líderes republicanos que ahora reconocen que el Partido Republicano, para sobrevivir políticamente y garantizar su relevancia a nivel federal, tiene que colaborar para conseguir esa reforma migratoria que apoyan no sólo los votantes latinos sino los electores estadounidenses en general.
 
Todos las declaraciones en favor de esa reforma, particularmente de parte de los republicanos, serán puestas a prueba en las próximas semanas y meses cuando comienza el tira y afloja en el Congreso donde en 2007 fracasó el último intento de concretar la esquiva reforma.
 
La carrera de obstáculos ya comenzó.